LECTURA:
S. Marcos 13:13 RVR1960
Y seréis aborrecidos de todos por causa de mi nombre; más el que persevere hasta el fin, este será salvo.
Jesús advirtió de las dificultades que supondría el seguirle. Pero que por difícil que fuera se puede lograr. Por eso es importante entender El Evangelio no es una Carrera de 100 metros, sino más bien una Carrera de Resistencia.
En los 100 metros se recorre esa distancia y lo que cuenta es el llegar primero en el menor tiempo posible. En cambio una Carrera de Resistencia es una competición donde se recorren distancias largas, con diferentes tipos de obstáculos en el camino, donde gana quien llega primero.
Por lo general en una carrera de resistencia o Maratón las distancias que se recorren van desde los 5,000 y 10,000 metros hasta los 42 kilómetros.
De inicio Jesús en el Versículo que leímos dijo que seríamos ABORRECIDOS. Desde ahí pinto un panorama de resistencia y de obstáculo. Eso significa que no sería fácil el camino a recorrer, pero tampoco Imposible. Y más con El de nuestro lado, de lo Imposible se encarga Él.
Jesús dijo: «El que persevere hasta el fin, será salvo.» Con esto nos enseñó que esto del Evangelio no se trata solo de Iniciar bien. Si no que se trata de finalizar bien. Casi siempre todos tenemos solo buenos arrancones. Pero esa llama se va disolviendo con el paso del tiempo.
La Perseverancia es la clave del éxito en la vida. Y aún en el Evangelio, este es uno de los principios más importantes que debemos desarrollar.
A veces El estudiante quiere tirar la toalla después de tanto desvelo, tareas y exposiciones. Lo único que lo hace seguir adelante y perseverar es el pensamiento en su mente que un día estará con el título convertido en un doctor, licenciado, ingeniero, etc. El enfocarnos en la meta u objetivo se vuelve la gasolina que empuja cuando sentimos desmayar. En el huerto del Getsemaní Jesús le dijo a sus discípulos que estaba angustiado hasta la muerte. ¡Sudo hasta gotas de sangre! Y dijo al Padre si podía pasar de él esa copa. Pero al final rindió su voluntad y siguió adelante con el plan de Salvación. Todo porque su enfoque estaba en la Salvación de todos nosotros.
Debemos tomar en cuenta que el desanimo es el arma más poderosa del enemigo. Todas las personas que ya no están en la Iglesia es porque se desanimaron.
En este caminar siempre habrán dificultades y obstáculos que enfrentar. Que nos pondrán resistencia para que no podamos llegar a la meta. Pero debemos estar dispuestos a vencerlos y llegar.
Algunas de las cosas comunes que nos atacan y desaniman y que aún Jesús los experimento pero no se dio por vencido son:
- 1. PROBLEMAS, DIFICULTADES Y ESCAPES – Jesús experimento muchos.
- 2. DECEPCIÓN – Pedro negó a Jesús después de prometerle que jamás lo dejaría.
- 3. ABANDONO – Nadie estaba ante la Cruz.
- 4. TRAICIÓN – Judas, quien comía con Él.
- 5. MENOSPRECIO O NO VALORACIÓN – Primero, la familia de Jesús al principio pensaba que se había vuelto loco. Además de eso los judíos y romanos no pudieron distinguir ni valorar lo que Jesús hacía por la humanidad.
Para mantenerse en forma para una Marathon, hay que mantener ciertos hábitos y disciplinas. Desde alimentos, hasta de ejercicios. Porque si pierden el hábito, pierden la forma, el cuerpo se acomoda y ya no se puede hacer el trabajo como antes. De esta misma manera si no mantenemos un hábito y una disciplina Espiritual. Perderemos la forma, nos acomodarlos y terminaremos desanimados sin ganas de seguir caminando. ¿Como mantenerse en Forma Espiritual?
«LA RECETA DE MAMA NOY»
1. ORACIÓN
2. PALABRA
3. ADORACIÓN
4. AYUNO
5. CONGREGACIÓN
CONCLUSIÓN:
Todo lo antes mencionado siempre sucede en nuestra vida. Entonces lo relevante no es si sucede o no, sino más bien como reaccionamos ante esas circunstancias. De nuestra reacción dependerá nuestra promoción o nuestra destrucción. Algo que siempre nos ayudara mucho es ser Proactivo y no Reactivo. Al serlo, los problemas nunca nos agarran de sorpresa. Si no que nos agarran fortalecidos. Jesús se agarró del Padre, y aún en su momento de más angustia en el Getsemaní, después de hablar con el Padre, un ángel le fortaleció.
Todas estas cosas sucederán en tu vida. Pero procura que cuando estas cosas vengan, te encuentren agarrado de la mano de Dios, porque «PASE LO QUE PASE… TIENES QUE LLEGAR»