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Aunque es un tema delicado y de bastante controversia, son varios los casos que se han conocido en los últimos días sobre el poder que tiene la religión en las decisiones de las personas, a tal punto que pueden llegar a influir en cometer un asesinato.

Este mes conocimos dos casos presentados en Francia que definitivamente nos pone a pensar; el primero de ellos, el del profesor Samuel Paty, quien después de haber dado una clase de libertad de expresión en la que usó caricaturas de Mahoma para explicar sus ideas, fue decapitado hace dos semanas. Los padres de algunos de los estudiantes emprendieron un perseguimiento en contra del docente a través de las redes sociales, acto que presuntamente, fue lo que motivó al asesino, un musulmán de 18 años, a cometer este acto atroz y posteriormente subir la imagen de la escena a sus redes sociales.

Foto tomada de Cnn Espanol

Otro de los casos más recientes, fue el sucedido en Niza, Francia, donde un hombre, presuntamente islamista, atacó con cuchillo a varios feligreses que se encontraban dentro de la Basílica de Nuestra Señora de la Asunción, causándole la muerte a tres de ellos y dejando a varios más heridos.

Pero vámonos a otro ejemplo, uno que quizá pueda ser más cercano a nosotros por el hecho de haber ocurrido en Latinoamérica.

Este es el caso de Angela, una mujer colombiana que hace unas semanas fue brutalmente atacada varias veces con un hacha por su compañero sentimental, Miguel Camilo Parra. Un caso del que nadie está exento, una relación abusiva, que casi termina llevándose la vida de esta mujer, madre de un niño de 12 años, quien además fue testigo del ataque y fue él mismo quien llamó a las autoridades.  

La joven, quien se recupera de los ataques, ha expresado a diferentes medios de comunicación colombianos, que su expareja (quién fue capturada hace unos días luego de una búsqueda exhaustiva por parte de las autoridades), ya había tenido diferentes comportamientos agresivos, por sus celos, peleas e insultos.

“Le molestaba que yo saliera, que me viera con mis amigos, con mi familia. Me decía que por qué me vestía así, que por qué me maquillaba tanto cuando iba a salir” comentó Angela para medios colombianos.

Además, contó que el motivo decisivo para dejar a su expareja fue cuando éste le reclamó por su hijo, “fue un día que llegó a la casa y yo estaba acostada en mi cama, con mi hijo y se descontroló y me dijo que cómo era posible que yo lo reemplazara, que no tenía por qué estar en la cama con mi hijo” recalcó Angela.

Miguel Parra, ha sido descrito como una persona homofóbica, intolerante, pero aferrado a su religión cristiana. Había asistido a varias iglesias, la primera de ellas, una comunidad cristiana alternativa llamada ‘El Rebaño de Lobos’, la cual admitió que Miguel había asistido al lugar en tres ocasiones, y Ángela solo en una, pero que nunca habían asesorado a la pareja. La otra comunidad, llamada ‘Justice No Fear’, es online, pero se desconocen más datos de ésta ya que se eliminó toda información relevante luego del ataque.

Contradictoriamente, Angela ha mencionado que Parra buscaba al pastor de la Iglesia (sin especificar cuál) cuando peleaban en busca de ayuda “y él le decía al pastor que yo era mala con él, que no lo quería, que yo no lo respetaba, que no le daba honra”, menciona la mujer.

Los pastores aconsejaban a la joven, aún cuando ella explicaba que era él quien tenía comportamientos agresivos y quien necesitaba ayuda.

La violencia a la mujer no se puede normalizar, bajo ninguna situación ni religión, quienes conozcan de un acto de maltrato deben denunciar y no esperar hasta que sea demasiado tarde, el caso de Angela es tan solo uno de cientos que suceden diariamente y que, lastimosamente, se quedan en la impunidad.

Denuncie y pida ayuda. Aquí puede encontrar toda la información necesaria, grupos en línea, abogados, albergues, y demás datos importantes por cada estado de Estados Unidos.

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